El Guahaihoque

En la mitología muisca, el Guahaihoque representa al dios de la muerte, un demonio de aspecto horripilante que en tiempos de colonia infundía terror en el imaginario colectivo de los corazones supersticiosos europeos. El fiel de la balanza entre el mito y lo real es el peso de la conciencia. Una limpia y vacía o una llena y oscura. Jhonatan Terranova ha escapado de su cautiverio después de haber padecido más de dos meses de secuestro; crimen rodeado de vejámenes y horrores que sólo podían ser compartidos a la distancia por una familia partida a la mitad. Las circunstancias en torno a su escape (o liberación), al igual que su secuestro, permanecen en la oscuridad. Así como nadie hubiese tan siquiera sospechado que el empresario más poderoso de Latinoamérica podría ser secuestrado, mucho menos podrían imaginar que éste pudiera escapar por sus propios medios, por su propia voluntad.
El mayor de la fuerza armada, Maximiliano Buenaventura, el mejor de su promoción, y uno de los más condecorados, ha sido comisionado junto con su equipo a extraer a Jhon de la zona. No tardará mucho en darse cuenta de que cualquier horror que su objetivo haya podido vivir en cautiverio, no se podrá comparar en nada con la maldad desatada en aquella selva. Una maldad retorcida y perniciosa que esperó en la oscuridad, que nació mucho antes y que desea con ansiedad ser desencadenada más allá de esa pesadilla monzónica.