Cuando la falsedad se viste de blanco

Jesús dijo sobre los falsos profetas: "por sus frutos les conoceréis." (Mateo 7:16) No habido en la historia de la Iglesia Católica un hombre que promulgue tantas mentiras vestidas como verdad, como Jorge Mario Bergoglio (Francisco I). Herejía tras herejía envueltas en algodón de azúcar para que así los fieles, de mano de sus respectivos pastores, caigan en la trampa del error. Mientras Francisco, con su accionar, cumple cada profecía sobre un destructor de la fe, el mundo lo aplaude como un hombre dulce y santo. Nunca ningún antipapa o falso profeta de la Iglesia había tenido el poder de llevar sus errores a las masas en tiempo real como Francisco. Los malvados son elevados a puestos de poder, los buenos son acusados de estar fuera de la Iglesia y quien quiera que diga algo sobre esto es considerado un sedevacante, odiador y fanático. Todo lo que este hombre dice es celebrado y aplaudido por todo el mundo y muy pocos, y a veces se siente como que nadie, dice algo al respecto. Pero algo bueno ha salido de todo esto, al fin, los que trabajaban para destruir la Iglesia desde dentro han salido a confianza... ¿Acaso será el tiempo que los segadores tendrán que aparecer y llevarse el trigo a los establos de Dios y dar fuego a los espinos?