Dicen que los ojos ven lo que quieres ver. Hasta hace ocho meses el tema de manifestación como tal no había tocado a mi puerta, sin embargo, toda mi vida he vivido manifestando lo que realmente deseo.
Cuando he intentado hacer algún ejercicio de manifestación, del tipo escribir 500 veces algo, y créeme lo he hecho, no me ha funcionado; no obstante, cuando pienso en algo que deseo, sin necesidad de pedirlo, de expresarlo o escribirlo, y le permito hacerse presente en mi vida, voilâ! aparece de la nada.
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