Los errores hacen la perfección

Todo el mundo puede cometer errores porque todos somos humanos. Sin embargo, si simplemente expresamos nuestro arrepentimiento y seguimos como antes, corremos el riesgo de volver a cometer los mismos errores. Cuando no aprendemos de nuestros errores, ejercemos presión innecesaria tanto sobre nosotros mismos como sobre otras personas, y corremos el riesgo de perder su respeto y confianza en nosotros. En esta publicación, examinamos cómo asegurarnos de recordar esas lecciones y poner en práctica lo que hemos aprendido. Antes de reconocer un error, no puedes aprender nada de él. Por lo tanto, respire hondo, reconozca el suyo y luego acepte la responsabilidad por ello. Pida disculpas, infórmeles a quienes lo requieran y hágales saber que está trabajando en una solución. Se necesitan agallas para disculparse, pero hacerlo es preferible a tratar de encubrir su error o, peor aún, culpar a alguien. Mucho después de que hayan olvidado el error inicial, la gente recordará tu audacia e integridad. Sin embargo, si se enteran por otra persona, su reputación se verá afectada y es posible que no tenga otra oportunidad de aprender.