Gala Placidia

Por la Vía Apia, Alarico conducía, sin encontrar oposición, a los visigodos hacia el sur, en dirección de Roma.En Ravena, el emperador Honorio nada podía hacer, sus fuerzas militares se reducían a la milicia de la ciudad, y apenas los enormes muros de Ravena y la región pantanosa de los alrededores protegían la capital imperial.No era la primera vez que los visigodos marchaban de forma insolente por Italia, en 408 habían sitiado Roma. El rey visigodo sabía que no podría conquistar la ciudad, porque no disponía de máquinas de sitio y Roma estaba bien protegida por sólidas murallas que habían sido reconstruidas recientemente. Alarico simplemente confiaba en arrancar de Honorio más tierras, grano y dinero, así como títulos imperiales. Antes de sitiar la ciudad, Alarico se apoderó de Ostia, bloqueando los suministros por mar. El invierno de 408-409 fue terrible para la población romana, hubo tumultos, saqueos y asesinatos. La viuda de Estilicón, Serena, fue ejecutada por orden del Senado, que temía una traición, ya que el difunto generalísimo aún contaba con muchos adeptos.No tardaron en iniciarse las negociaciones, y los estupefactos magistrados romanos escucharon las pesadas exigencias del invasor visigodo. Uno de los senadores preguntó, desesperado: -Con semejantes exigencias, ¿qué es lo que restará para nosotros?A lo que Alarico respondió, con arrogancia: -Sus vidas.Sin un acuerdo, el asedio se prolongó., hasta que finalmente, una noche alguien abrió un portón de la ciudad y los visigodos entraron en Roma. Tras tres dias de saqueo, destrucción y asesinatos, los visigodos se marcharon llevando numerosos cautivos... entre ellos estaba una princesa romana, hermana del emperador. Su nombre era Gala Placidia, este libro relata su vida.