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Un crucero repleto de libros ha vuelto a las playas de Puntarenas, ahora con nuevos propósitos y aunque algunos tripulantes repitan el viaje, he sumado a otros. En honor y en memoria de Enrique Araya Cano, quiero dejar el siguiente espacio para su poema "A Puntarenas", escrito a bordo del vapor "Cuba" aproximadamente en 1920, cuando ya los tiburones del Pacífico sabían declamar versos con métrica clásica: A Puntarenas ¡Oh madre patria, suelo querido, nací en tu seno por mi fortuna!Tú Puntarenas fuiste mi cuna>Hoy, Puntarenas, me regocijoinmensamente porque la suerteme ha permitido volver a verte>¡Oh! Cuántas veces en otra tierradonde el destino me separabacomo buen hijo me recordaba>Dulces recuerdos cuando era niñocomo a mi madre supe querertey hoy que soy hombre quiero ofrecertetodo el afecto de mi cariño. Yordan Arroyo Carvajal
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