Bøker av Shutta Crum

In Meet Me Out There, trees don't threaten to topple in a storm; instead they "bend to bless you" in Shutta Crum's sunny new chapbook. Her poems are delightful excursions into language as well as life.-Enid Shomer, Florida Lifetime Achievement Award for Writing, 2013Shutta invites the reader to join her on a passage. Like a line from her first poem, Meet Me Out There, this collection of poems strings together "wet footprints trailing through fields," each an authentic, still-moist impression leading to another. She conjures out of Africa our "First Mother," from maples thrumming cicadas, from within "where pools are memory deep," and colors with "impatient greens and heart-deep browns." She shows us how sublime an ache can be, and the constancy of love in a grandfather's dimming. She is playful and reverent about feelings, especially in "One Winter's Day." Shutta does not shy from grief, but also does not wallow in it. She finds the meaningful objects and people that bring living to a place of understanding and heart. She doesn't paint a hopeful dawn, but Shutta offers her hand through her poetry as both solace and encouragement. I get this book. You should too.-Mark Andrew James Terry, Editor, Of Poets & Poetry

El cielo es un lugar donde uno puede divertirse. O eso piensa la premiada autora Shutta Crum. Cuando uno de sus nietos le preguntaron sobre la muerte, ella se imaginó el Cielo perfecto. Un lugar donde las abuelitas juegan al hockey, tienen iguanas como mascotas, saltan la cuerda, encuentran tesoros en los mercadillos y velen con mucho amor a los nietos. El Cielo de la Abuelitas, y su libro complementario, El Cielo de los Abuelitos, brindan tranquilidad a los jóvenes preocupados asegurando que el cielo es un lugar feliz y que el amor nunca muere.

El Cielo es un lugar donde uno puede disfrutar del más allá, según la premiada autora Shutta Crum. Cuando una nieta le preguntó sobre la muerte, Shutta imaginó el paraíso perfecto para las abuelitas y los abuelitos. Un lugar donde las abuelitas y los abuelitos se divierten. En el Cielo de los Abuelitos, ellos andan en canoas, tienen hurones como mascotas, cuentan chistes de toc-toc, encuentran tesoros como cuerdas elásticas y vigilan con amor a sus nietos y nietas. El Cielo de los Abuelitos, y el libro compañero El Cielo de las Abuelitas, ofrecen aseguranza a jóvenes preocupados que el Cielo es un lugar feliz y que el amor nunca muere.