Gjør som tusenvis av andre bokelskere
Abonner på vårt nyhetsbrev og få rabatter og inspirasjon til din neste leseopplevelse.
Ved å abonnere godtar du vår personvernerklæring.Du kan når som helst melde deg av våre nyhetsbrev.
This work has been selected by scholars as being culturally important, and is part of the knowledge base of civilization as we know it.This work is in the "public domain in the United States of America, and possibly other nations. Within the United States, you may freely copy and distribute this work, as no entity (individual or corporate) has a copyright on the body of the work.Scholars believe, and we concur, that this work is important enough to be preserved, reproduced, and made generally available to the public. We appreciate your support of the preservation process, and thank you for being an important part of keeping this knowledge alive and relevant.
This collection of six plays by the acclaimed Spanish playwright Pedro Calderón de la Barca offers readers the opportunity to explore the rich theatrical tradition of 17th-century Spain. The plays are masterpieces of the genre, combining thrilling drama with insightful commentary on religion, politics, and society. Whether read for pleasure or studied in an academic setting, this book is an essential addition to any library of world literature.This work has been selected by scholars as being culturally important, and is part of the knowledge base of civilization as we know it.This work is in the "public domain in the United States of America, and possibly other nations. Within the United States, you may freely copy and distribute this work, as no entity (individual or corporate) has a copyright on the body of the work.Scholars believe, and we concur, that this work is important enough to be preserved, reproduced, and made generally available to the public. We appreciate your support of the preservation process, and thank you for being an important part of keeping this knowledge alive and relevant.
MÚSICA(Dentro.) Pues es día de contento de placer y de alegría, regocíjese la tierra, que el cielo se regocija, y gócese el día al ver que la tierra y el cielo compitan lloviendo favores, finezas y dichas.Abra la infausta boca del lóbrego bostezo de esta roca y arrójeme violento el pálido suspiro de su aliento hoy del Alpe a las ásperas montañas abortado embrión de sus entrañas, y pues terror de aquestos horizontes el bronce de la fama me disfama cuando bruto monarca de sus montes, rugiente león me llama, suene a verdad el bronce de la fama, no habiendo, aunque más vele, quien no llore ver al león buscando a quien devore, mayormente este día que de sus moradores la fe pía, como si en días hubiera diferencia, de día de Dios le da por excelencia el nombre, y a honra suya y pena mía católica concurre su alegría a ese desierto templo que entre sus erizados riscos yace. Mas ¿qué mucho, si nace de su monarca el culto, que a su ejemplo haga el vasallo lo que el dueño hace? Y pues en él contemplo nuevo austral enemigo hoy he de ver si perturbar consigo su devoción valiéndome en su ultraje también yo de mi bruto vasallaje. ¡Oh, tú, que en los verdores ya de las selvas, ya de los jardines, bandido monstruo asaltas sus confines brindando con equívocos colores en la adelfa lo dulce del veneno y lo amargo del tósigo en las flores, tú que al conjuro cautelando errores, aun más de astucias que de sañas lleno, conservas defendido de la tierra y la cola aquel sentido que el paso a la voz cierra,DEMONIOAbra la infausta boca del lóbrego bostezo de esta roca y arrójeme violento el pálido suspiro de su aliento hoy del Alpe a las ásperas montañas abortado embrión de sus entrañas, y pues terror de aquestos horizontes el bronce de la fama me disfama cuando bruto monarca de sus montes, rugiente león me llama, suene a verdad el bronce de la fama, no habiendo, aunque más vele, quien no llore ver al león buscando a quien devore, mayormente este día que de sus moradores la fe pía, como si en días hubiera diferencia, de día de Dios le da por excelencia el nombre, y a honra suya y pena mía católica concurre su alegría a ese desierto templo que entre sus erizados riscos yace. Mas ¿qué mucho, si nace de su monarca el culto, que a su ejemplo haga el vasallo lo que el dueño hace? Y pues en él contemplo nuevo austral enemigo hoy he de ver si perturbar consigo su devoción valiéndome en su ultraje también yo de mi bruto vasallaje. ¡Oh, tú, que en los verdores ya de las selvas, ya de los jardines, bandido monstruo asaltas sus confines brindando con equívocos colores en la adelfa lo dulce del veneno y lo amargo del tósigo en las flores, tú que al conjuro cautelando errores, aun más de astucias que de sañas lleno, conservas defendido de la tierra y la cola aquel sentido que el paso a la voz cierra, pues de un oído es la sordez la tierra y la cola sordez del otro oído, tú, en fin, que el escondido áspid de aquel primer vergel eres...
JUDAÍSMO¿Dónde voy con errante paso? ¿Dónde confuso y vacilante me lleva mi destino, sin rumbo, sin vereda y sin camino? Este campo ¿no era desierta población, desierta esfera de vides y de olivos, edificios ayer vegetativos, donde ufana vivía la sinagoga de mi Ley Judía? Pues ¿quién en él tan presto muros ha fabricado, torres puesto, cuya altura eminente empina al orbe de zafir la frente, y es dórica columna del cóncavo palacio de la luna? Su fábrica dorada en doce piedras se miró fundada. Doce puertas abiertas están; al aquilón miran tres puertas, al austro tres se rompen blandamente, tres al ocaso y tres hacia el oriente, y todas doce iguales, guarnecidas de cándidos cristales en quien mi Ley conoce doce vislumbres de mis tribus doce. ¿Qué fábrica ésta ha sido? ¿Para quién, para quién se ha prevenido esta casa, este templo, última maravilla sin ejemplo? Dígasme, ¡oh ciudadano de ese supremo alcázar soberano!, ¿qué casa hermosa y nueva la vista turba y el sentido eleva? Porque saber espera mi cuidado a qué tierra, a qué campo hoy he llegado, siguiendo mi destino.
Dentro voces. TODOS UNO DOS TRES UNO DOS TRES UNO UNOS OTROS LIDORO (Sale LIBIO.) LIBIO LIDORO LIBIOVira al mar.Es inútil la porfía, porque el viento que corre es travesía.Amaina la mayor. Iza el trinquete.A la driza. A la Escoca.Al chafaldete.Dé el Esquife en la Playa, y el Príncipe no más a tierra vaya, ya que abismos de yelo nos encubren.Piedad dioses. Piedad cielos.Piedad cielos, piedad dioses sagrados, y si del voto que ofrecí obligados, en este esquife este fragmento poco, que ha sido mi delfín, la orilla toco de esta desierta playa, que del mar la soberbia tiene a raya, veréis que fiel en clima tan remoto la arena beso y revalido el voto, pues desdicha no hay, no hay desconsuelo que no enmiende el vivir.¡Válgame el cielo! ¿Cúya esta voz ha sido?De un cofadre de Baco, que ha salido por no hacerle traición del mar a nado, pues el no beber agua le ha escapado.
REY ¡Oh, tú, divina mente, que en campos del oriente sin oriente, desde el siglo primero sin primero, hasta el postrero siglo sin postrero, a no dejar de ser la que ya fuiste, del labio del Altísimo naciste primogénita suya, tú, que desde la eterna infancia tuya cielos habitas, siendo si a ellos subes, tu trono las colunas de las nubes, desde donde circundas el orbe a giros, desde donde inundas a giros el abismo, poniendo a un tiempo mismo en varios horizontes ley a los mares, límite a los montes, tú, en fin, que sin principio y fin criada, como el cedro en el Líbano exaltada, como en Cades la palma, la especiosa oliva en valle, en Jericó la rosa y el plátano en la orilla de las aguas, fragrante maravilla de vid vallada entre diversas flores, diste la suavidad de los olores distilando en aromas al cinamomo y bálsamo las gomas, que en místico atributo de honestidad y honor rinden el fruto por quien el sabio llama al buen olor perfume de la fama, atiende a la voz mía antes que diga, oh tú, Sabiduría de Dios, pues ya para saber quién seas tus renombres lo han dicho.
Abonner på vårt nyhetsbrev og få rabatter og inspirasjon til din neste leseopplevelse.
Ved å abonnere godtar du vår personvernerklæring.